INFECCIÓN

 






Ya habían pasado los días y la infección a los ojos, empeoraba. Mi esposa ya comenzaba a tener alucinaciones acompañadas de fiebres continuas. Mi inquietud, mi desesperación era inevitable. Estaba ciega. 

- Amor, cuéntame la mejor anécdota que te acuerdes para poder revivirlo, una vez más - dijo mi esposa, con la voz apagada.

No le conte una anécdota, sino varias. Su rostro era taciturno, casi se podía decir que estaba ausente. Me acerque a darle un beso, pero sus labios estaban fríos. No pude percibir aliento alguno.Llamé inmediatamente a mi ama de llaves.

Ella tomó la mano de mi esposa y me dijo: - Señor, la señora  está muerta - y se hecho a llorar. 

Al instante unos ecos en mi cabeza se imponían insistentemente. De pronto, una voz de un hombre desconocido, me llamó por mi nombre. 

- Daniel, Daniel, Daniel, estas con nosotros? - pregunto la voz. Volví la mirada hacia todos lados, unas paredes blancas  estaban al rededor mío.

- Señor Daniel Lopez, estamos probando la hipnosis con usted  - me indicó - esta hipnosis es para probar la culpa que tiene que ver con el asesinato de su esposa, dando como resultado la fantasía de una infección que deriva en una ceguera creada por su subinconciente. Es una pena que usted sea el culpable. Llevenlo, por favor - dijo aquel hombre. En el acto, ingresaron unos cuatro hombres agarrandome de los brazos y piernas,llevandome a rastras fuera de la habitación.

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