Esther mostró reverencia, al estar en la capilla. Luciendo su largo vestido color blanco, se impuso ante los presentes. Sonreía de felicidad. Estaba emocionada al ver una muchedumbre, tras ella, pronunciando su nombre. En el altar principal, un hombre bien parecido, la esperaba. Era el día más feliz de su vida.
Estando frente a él, dijo con lágrimas en los ojos:
- Por fin nos casaremos, mi amor -
Al terminar la frase, el hombre la agarro bruscamente,presionando sus brazos pegados a su cintura.
- Es ahora - ordenó.
Todo el equipo médico se acercó a Esther,mientras la vestían con una camisa de fuerza,rompiendo el horrible vestido blanco , que traía.
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